Por Elías Cornelio
Panorama Opinión. En la antigua mitología griega, el rey Midas fue conocido por poseer un poder asombroso: todo lo que tocaba se convertía en oro. Esta capacidad, concedida por el dios Dionisio, será aquí reinterpretada como la habilidad de añadir valor a las cosas. En matemáticas, el término “inverso” se refiere a una función que deshace la función original, es decir, que actúa en sentido contrario
Desde que asumió la dirección del gobierno dominicano en 2020, la gestión Abinader y su equipo han gestionado una serie de reformas, decisiones y políticas públicas que si damos una rápida mirada podríamos decir que no han sido del todo efectivas, pues los problemas que dichas decisiones están llamados a resolver se mantienen y en algunos casos esta problemática se encuentra in crescendo. Vamos a dar una mirada rápida y objetiva a tres (3) temas vitales para la sociedad dominicana y que terminan siendo servicios del gobierno a la población, la energía eléctrica, la salud y la educación.
La Energía: un «Toque Midas» más subsidios y más perdidas
A pesar de que la República Dominicana enfrenta una creciente demanda energética, la administración de Abinader no ha logrado estabilizar el suministro, ni reducir significativamente las pérdidas en las EDEs. Tampoco ha resuelto el problema de las constantes interrupciones ni los elevados costos del servicio.
Para que tengamos una idea en 2019 las pérdidas totales de las EDEs fueron de 30.6%, mientras que en 2024 alcanzaron el astronómico porcentaje de 43.2%; si se compara el subsidio pasamos de US$ 597 millones de dólares en el año 2019 a US$ 1,560.8 millones de dólares en el 2024, cualquier análisis lógico llega a una conclusión, el descalabro del sector energético dominicano y podría ser peor si recordamos que esta gestión de gobierno ha contado con las bondades de Punta Catalina que ha generado ganancias anuales sobre los US$ 250 millones de dólares.
La falta de inversión en nuevas plantas de generación y la inestabilidad en las redes de distribución mantienen a millones de dominicanos sometidos a apagones frecuentes y tarifas elevadas. Lo que debería ser la base del desarrollo económico y social, se ha transformado en un obstáculo para el bienestar colectivo.
Salud: el toque llegó a los hospitales
En el sector de la salud, otro de los pilares fundamentales del bienestar público y obviamente un servicio fundamental, el gobierno ha mostrado una incapacidad alarmante para mejorar los servicios. En vez de invertir adecuadamente en hospitales y centros de salud, las infraestructuras siguen deteriorándose, mientras que las promesas de mejorar la calidad del servicio se desvanecen en el aire.
Hospitales emblemáticos del sistema de salud presentan avanzado deterioro, entre estos podemos citar el Darío Contreras en especial en su área de hospitalización; el hospital regional Marcelino Vélez que ha disminuido de trece (13) salas hábiles de cirugía a apenas cinco (5), la ciudad sanitaria Luis Eduardo Aybar, con equipos deteriorándose en el tiempo y con varias fechas de inauguración que se postergan.
No podemos dejar de mencionar el déficit financiero de la ARS SENASA, que pone en juego la sostenibilidad de la mayor ARS del país, esto ha generado inclusive un seguimiento e investigación de la Cámara de Cuentas y de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA) y tampoco la deficiente gestión que ha tenido Promese-Cal generando desabastecimiento de las farmacias del pueblo en varias ocasiones y falta de los medicamentos de alto costo.
Educación: nuestro futuro en manos inciertas
No habría forma de hablar del tema educativo en la gestión Abinader sin tratar el tema del déficit de aulas y la ralentización de construcción de estas, luego de que se inició el proceso de la tanda extendida donde se necesitó prácticamente duplicar la infraestructura escolar y luego de que se ejecutó en la gestión Medina la mayor construcción de aulas de la historia dominicana, la gestión Abinader ha quedado a deber, aunque las cifras varían según quien las da, se estima que la gestión Medina en ocho (8) años construyó 27,000 aulas y la gestión Abinader en cinco (5) años ronda las 3,000.
Para paliar el déficit, el gobierno ha recurrido a medidas alternativas como alquiler de locales, aulas móviles y reconversión de espacios internos. Sin embargo, ninguna ha resuelto el problema de fondo. Se estima que, para el año escolar 2025-2026, unos 200,000 estudiantes no tendrán cupo en el sistema público.
Durante la gestión los escándalos han estado todo el tiempo rondando al Instituto de Bienestar Estudiantil (INABIE), tanto en el tema de alimento escolar, uniformes y calzado, las denuncias han sido constantes y la falta de entrega de los rubros mencionados ha generado malestar en el pueblo dominicano en especial en los padres con hijos en el sistema educativo público.
Midas Inverso, en los servicios públicos
En lugar de convertir los servicios públicos en instrumentos para fortalecer el tejido social y económico de la República Dominicana, la gestión Abinader parece haber contribuido a su deterioro. Energía, salud y educación son áreas fundamentales que hoy enfrentan desafíos serios en términos de acceso, calidad y eficiencia.
Es necesario que el gobierno rompa este ciclo de ineficiencia y gestione de forma responsable los recursos del país. Existe una realidad que está marcando de manera negativa los servicios públicos y por tanto el futuro de todos y cada uno de los dominicanos.
El toque del Midas Inverso que resta en vez de sumar parece haber tocado de lleno los servicios públicos. Y si no se corrige el rumbo, seguirá dejando su huella en las áreas más sensibles de nuestra sociedad.